Street Food Tour

El fin de semana pasado mi amigo americano Aarón me invitó a un free street-food tour por Saigón. «¿Gratis?, ¿estás seguro?» «Sí, sí, seguro.» No me cuadraba mucho eso de que hubiera un tour gratuito por la ciudad, pero el plan sonaba bien. Le pregunté a Marga si quería unirse, y se acabó apuntando. Así que ahí fuimos, a la aventura.

El punto de reunión era la plaza de la catedral de Notre-Dame, en D1,  enfrente de la oficina de correos, a las 16h30. Había más gente allí reunida, esperando al  tour. Unas cuantas chicas vietnamitas, que parecían las organizadoras, y luego personas de diferentes nacionalidades: EEUU, Austria, Francia. Una vez estábamos todos, cogimos la moto y dio comienzo el tour.

En el trayecto hacia el primer restaurante, situado en D3, íbamos todos juntos formando una piña. Pero el caótico tráfico de esta ciudad, la lluvia y el hecho de que se crucen en tu camino vehículos de todas direcciones hicieron que Marga y yo, que íbamos en la misma moto, perdiéramos el grupo. Menos mal que una chica vietnamita que iba de «moto-escoba» detrás de nosotros nos guió hasta el restaurante.

El primer restaurante estaba especializado en Bún mắm. Hay que tener en cuenta que en Saigon hay muchos restaurantes que únicamente sirven un plato, con ligeras variaciones. El bun mam consiste en una sopa caliente de fideos con verduras, pescado, gambas y calamares. Es un plato típico del Sur de Vietnam, particularmente del Delta del Mekong. Psché. Ni fú ni fá.

     

En este lugar las chicas vietnamitas nos explicaron el por qué del tour. Al parecer, era la primera vez que realizaban algo así, y a través de un grupo de Facebook habían tenido la idea de montar esta actividad para dar a conocer entre los extranjeros comida típica de la ciudad. El boca a boca había funcionado a la perfección y de ese modo habíamos resultado en un grupo de unas 15 personas.

De allí fuimos en moto al segundo restaurante, en el que se supone que nos iban a dar «dulces». Los dulces resultaron ser un flan de coco (bastante rico por cierto) y diversas bebidas de té o batido de frutas con trozos de gelatina (es algo muy típico aquí). A la vez te sacaban unos rollitos frescos (sin freír, aquí no todos los rollitos se toman fritos) con salsa de cacahuete y unas bolitas de pescado con chili. Como podéis ver, aquí mezclan salado y dulce sin ningún problema, algo que siempre desconcierta a los extranjeros.

Y ya por último nos desplazamos a D4, al sur del centro de la ciudad, a una calle llena de establecimientos de comida callejera. Nos llevaron primero a un puesto donde nos dieron intestinos de cerdo. Puaj, un bocado, y no más. A continuación, entramos en un restaurante de marisco. Probé unas ¿almejas? que no estaban mal, pero lo que sí que estaba realmente rico son unos cangrejos con chile picante. Y para rematar la jornada gastrónomica, las chicas vietnamitas pidieron un Hột vịt lộn, o lo que es lo mismo un huevo de gallina fertilizado a medio incubar. Aunque entre los locales esta comida es considerada como una delicia, ninguno de los extranjeros tuvimos las agallas suficientes para probar este «exquisito manjar».

        

Ya finalizado el tour, y cada uno yéndose por su cuenta, nos quedamos un pequeño grupo formado por Aarón, Marga y una pareja francesa. A pesar de haber estado en hasta 4 restaurantes distintos no habíamos comido nada consistente, y tras ver un puesto con comida «más o menos normal», allí nos asentamos. Arroz y pollo asado, una apuesta segura. Bon appetit!

Una respuesta a “Street Food Tour”

  1. pero q experiencia mas estupenda!!! me habria encantado!!! q raro q nadie probara el huevo de gallina,… q poco atrevidos jaja

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