Este fin de semana ha sido de lo más completo en cuanto a comida se refiere. Además de una paella en casa de Gon y Gabi, y de probar platos árabes en un restaurante sirio, tuvimos dos cenas deliciosas:
Sábado
En un oscuro callejón de cuyo nombre no me acuerdo se encuentra un rincón estupendo para los amantes del marisco y otras delicias del mar. Caracoles, ostras, cangrejos, almejas, calamares… cada plato aderezado con su propia salsa: queso, cacahuete, coco, chili picante, hierba-limón… Reconozco que los primeros meses que pasé en la ciudad tenía ciertos reparos respecto a tomar marisco en un local de streetfood. Pero tras probar varios sitios y comprobar que a nadie le ha sentado mal la comida, resulta una opción muy interesante y a un precio bastante económico.
Domingo
¡Viva el festival del dulce! Nutella, chocolate fundido, mermelada, miel, nata montada, helado de vainilla… todo lo necesario para acompañar unas creps caseras. Eso sí, las creps las hicimos con aceite, y no mantequilla, para mantener la línea, jeje.
