Ni hace 3 semanas que se vino Marina desde Pekín a Ho Chi Minh, y ahora nos reencontrábamos en Shanghai. Aquí nos esperaban Arturo y otros compañeros para el que iba a ser un finde memorable.
Mi primera impresión de la ciudad fue muy positiva. Mucho mejor de lo esperado. La última vez que estuve en China, hace unos 5 años, fue en la ciudad de Qian’An, al norte del país. En aquel entonces me pareció una zona muy dinámica, pero sucia, mal cuidada y un tanto gris (sobre todo, por el tema de la contaminación). Por el contrario, Shanghai me ha sorprendido para bien: una ciudad limpia, moderna, arreglada… De hecho, si en algunas calles quitasen los carteles en chino, podría pensar que me encontraba en una gran ciudad europea como París o Londres.
Mucha gente me ha preguntado acerca de la contaminación. Seguramente habría, pero no me ha parecido para tanto, o al menos a simple vista no se apreciaba. Recuerdo que en Pekín el cielo estaba gris. Aquí en cambio, azul.
Sobre las muchedumbres… pues tampoco me he sentido agobiado en ningún momento por la gente. Cierto es que lo que debe ser una locura son ciertas líneas de metro en hora punta de ir al trabajo. Pero como esas líneas no las toqué… pues ni me enteré.
Y qué decir de la comida… una pasada. Diferente a lo que te encontrarías en un chino en España. Estuvimos en varios restaurantes halal, que son llevados por chinos, pero musulmanes. La comida aquí es francamente buena (eso sí, nada de cerdo). Y para desayunar, lo típico en China, un bun (bollo) relleno de carne, verduras o judías rojas.
A pesar de las delicias de la gastronomía china, no pudimos evitar caer en los tradicionales brunches de fin de semana al más puro estilo occidental.
En cuanto a turismo, Pekín tiene más monumentos que ofrecer al visitante, pero Shanghai tiene ciertos lugares bastante interesantes:
- Yu Yuan
Yu Yuan tiene la zona de los jardines y el bazar. Para entrar en los jardines hay que pagar 40 RMB (unos 6 EUR). Son unos jardines que reflejan el esplendor de la antigua China. Pagodas, estanques, esculturas, puentes, arcos, grabados…
El bazar es una zona de tiendas, formada por edificios construidos al estilo tradicional, aunque todos ellos son de construcción moderna. Es un área divertida para dar una vuelta, pero es mejor ir de lunes a jueves porque durante el fin de semana se llena de gente.
- Tianzifang
Antiguo barrio residencial situado en la concesión francesa, que se ha reconvertido en un área de pequeños comercios artesanales, restaurantes y cafeterías. Es una zona muy pintoresca, ideal para perderse entre sus callejones.
- Bund
Es el paseo que transcurre al lado del río. Al otro lado se puede ver el famoso skyline de Shanghai, con edificios tan emblemáticos como La Perla, Shanghai Center Tower (el 2º edificio más alto del mundo) o el Abrelatas.