Tras 15 horas de viaje y 2 aviones ya estoy aquí, ¡Ho Chi Minh City!
De primeras la ciudad impresiona bastante. El trayecto el taxi desde el aeropuerto muestra un tráfico caótico. Un caos en el que milagrosamente no hay accidentes. De hecho, los vehículos apenas presentan rasguños. Todo el mundo pita, no porque el de al lado le haya hecho una pifia, sino a modo de aviso de «¡Eh! Que aquí voy yo.» Con tanto motor circulando la contaminación es alta, y mucha gente lleva mascarilla o pañuelo para protegerse. Sin embargo, los niveles de contaminación se alejan de los de China, donde el cielo se ve gris. Aquí al menos se puede ver apreciar de azul allá arriba.
Hay motos, muchísimas motos, cientos de ellas. Dicen que en esta ciudad hay más motocicletas que habitantes. Aprovechan para meterse por cualquier hueco, por pequeño que sea, e incluso invaden la acera para cumplir su objetivo.
Existen pasos de cebra algunos incluso con semáforo, pero lo mismo da, ya que mucha gente se los salta. Atravesar la calle es un deporte de alto riesgo y requiere su técnica. Hay que ir despacio, sin prisa ni correr, ya que entonces descolocarías a las motos. Ellas te van esquivando y así, poco a poco, llegas al otro lado.
Este vídeo de Disney resulta muy ilustrativo al respecto XD
¡Muy ilustrativo!
Jaja me ha encantado el video!! Ánimo con esos pasos de cebra, ya verás como cuando vuelvas por los madriles el tráfico te va a resultar una delicia!! Besos