Kuala Lumpur (KL para los amigos) es el destino más barato en avión fuera de Vietnam. En 2 h y por menos de 100 EUR puedes plantarte en la capital de Malasia.
Tras aterrizar, hubo un par de detalles que me indicaron que estaba en un país por encima de la media de la región. El control de pasaportes ha sido el más rápido por el que he pasado en Asia, y el tren de alta velocidad KLIA te permite llegar al centro de la ciudad en media hora. Quitando Singapur y Hong-Kong, casos atípicos y peculiares de ciudades un tanto artificiales, se podría decir que KL es la ciudad más avanzada del Sudeste Asiático.
KL también es conocida como la «ciudad de los centros comerciales». Varios vietnamitas que conozco me han dicho que viajan allí para «irse de compras». Mi objetivo en este viaje no era hacer «turismo de compras», así que, a pesar de que vi muchos centros comerciales, no entré en uno solo.
Sin embargo, no todo es modernidad, también se pueden encontrar algunos lugares muy locales. Mercados, restaurantes y puestos callejeros en los que se puede palpar el espíritu auténtico de Asia.
¿Qué es lo que más me gustó de KL?
- Inglés. Prácticamente todo el mundo habla inglés, lo que facilita mucho la comunicación.
- Multicultural. Los tres principales grupos son malasios, indios y chinos. Esta combinación le da un toque muy internacional.
- Amabilidad. Toda la gente con la que me he cruzado ha sido muy simpática conmigo, incluso ofreciendo conversación.
- Precios fijos. Algo que me chirría de Vietnam es que cuando vas a un mercado normalmente no hay carteles con los precios. Eso provoca que disparen los precios cuando te ven occidental y tengas que entrar en el juego del regateo. Aquí en cambio no, en prácticamente todos los puestos hay carteles indicando el precio, de modo que pagas lo mismo que los locales.
Aquí incluyo algunos de los lugares que visité:
Batu Caves
Petronas
Little India
Chinatown
Helio Lounge Bar
