En Siem Reap, aparte del famoso complejo arqueológico de Angkor, otro de los lugares típicos para visitar son los poblados flotantes. Se pueden visitar con un tour guiado desde Siem Reap, o hacerlo por tu cuenta. Yo elegí la 2ª opción. Alquilé una moto y me dirigí al pueblo de Kampong Phluk. Sin parar se tardan unos 45 min, pero yo fui con la calma para disfrutar del paisaje y me detuve en ruinas y templos que estaban de camino.
Una vez se llega al final de la carretera se encuentran los muelles de salida al poblado. Para llegar a Kampong Phluk hay que coger un bote sí o sí. Yo pagué 20 USD y era el único pasajero del bote. Os presento a la tripulación que me llevó hasta allí, dos chavales de unos 10 y 15 años: Ayol y Chad. La mar de salados
Llama la atención ver cómo el ser humano es capaz de adaptarse y vivir en el medio acuático. Todos las edificaciones están construidas sobre el agua. Aquí los niños aprenden a nadar y manejar un bote desde muy pequeños.
Un tour opcional es dar una vuelta por los manglares. De esta excursión se encargan las mujeres del pueblo, que muchas veces están acompañadas por sus niños. Pagué 5 USD. Pero aparte me dejé unos 20 USD en comprar cuadernos, bolígrafos y chucherías para los niños del pueblo.
