Ninh Binh: «el Halong en tierra firme»

Ninh Binh es el último de los destinos de las rutas turísticcas que me faltaba por visitar. Aprovechando que mi amiga Sofía venía de visita desde España, organizamos una escapada a esta zona para el fin de semana. A nuestra expedición se unieron Zhenying e Irene, amigas mías de Saigon. Cuatro es un número cuadrado y bastante cómodo para organizar viajes. ¡Allá vamos…!

La manera más cómoda de llegar es volar a Hanoi y de ahí coger un tren hasta Ninh Binh. La noche del viernes dimos una vuelta por el Old Quarter de Hanoi, una zona de bares frecuentada tanto por locales como por expats y turistas. A las 12 cantamos el cumpleaños feliz a Zhenying y poco después nos volvimos al hotel, que al día siguiente tocaba madrugón.

Cogimos el tren a las 6 de la mañana. Por suerte, habíamos reservado un compartimento de 4 literas, por lo que pudimos recuperar un par de horas de sueño.

A las 8h15 llegamos a la estación de tren, donde un taxi nos llevó por 80.000 VND (unos 3 EUR) hasta nuestro hotel: Chez Beo Homestay.

Chez Beo Homestay es un lugar perfecto para desconectar del ajetreo urbano y conectar con la naturaleza. Ubicado entre montañas y pantanos,o ofrece un paisaje espectacular. El personal es amable, pero un poco ineficiente, hay que repetirles las cosas varias veces para conseguir que te hagan caso.

Alquilamos unas motos en el propio hotel, ¡y nos lanzamos a la aventura!

El tour en barco por Tam Coc es una de las visitas obligadas. A los extranjeros no les permiten montar más de 2 personas en una barca, así que nos dividimos 2 y 2.  En total, nos costó 780.000 VND (unos 30 EUR). El tour consiste en una vuelta por el río que fluye entre imponentes formaciones rocosas cubiertas de vegetación. Una de las curiosidades de Tam Coc es que los barqueros reman a ratos con los pies.

Al acabar el circuito condujimos hasta Bai Dinh, uno de los complejos budistas más grandes del país. Hasta llegar ahí, paramos en varias ocasiones para disfrutar del paisaje.

Para llegar a Bai Dinh hay que dejar la moto en un parking cercano, y de allí te llevan en coche eléctrico por 60.000 VND (unos 2 EUR) cada uno ida-vuelta hasta el recinto de pagodas. Una vez allí, toca subir escaleras. Muuuchas escaleras. Durante la ascensión hay estatuas de buda a lo largo de todo el recorrido.

Al día siguiente, nuestro tren salía a las 13h15, así que teníamos tiempo para explorar un poco más. En esta ocasión, agarramos unas bicicletas y en unos 15 min nos plantamos en Hang Múaun templo situado en lo alto de una colina.

Al igual que en Bai Dinh, hubo que tirar de nuevo de piernas y glúteos, y subir unos cientos de escalones hasta la cima. Pero cuando llegas arriba, obtienes como recompensa unas vistas espectaculares.

No pudimos disfrutar mucho tiempo del paisaje porque hubo que volver corriendo al hotel para montarnos en el taxi que nos llevaría a la estación. Esta vez optamos por «asiento duro» en un vagón repleto de vietnamitas.

No teníamos mucho tiempo para recorrer Hanoi. Cenamos un plato de mixed bbq junto con otras especialidades vietnamitas, ¡y al aeropuerto!

Una respuesta a “Ninh Binh: «el Halong en tierra firme»”

  1. Una pasada!!

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